Esta entrada de blog será distinta a mis anteriores publicaciones porque quiero tocar un tema que realmente me parece muy triste e indignante, y entiendo que merece ser hablado. Ayer vi un vídeo que se encuentra circulando a través de las redes sociales de George Floyd, un hombre afroamericano de 40 años que murió a manos de policías en Minneapolis (Minnesota). Un hombre que no merecía ser tratado así, no merecía morir de esa manera. La policía lo detuvo por la sospecha de que Floyd había intentado utilizar un billete falso de $20 dólares en un supermercado. Los cuatro policías involucrados fueron despedidos y se encuentran bajo investigación por parte del FBI.
Vía cuenta personal de Madonna en Instagram (@madonna)
Otra situación que vi fue el de una mujer, llamada Amy Cooper quien se encontraba en Central Park paseando a su perro sin collar en un área del parque donde era obligatorio que se encontrara amarrado. Ella llamó a la policía notificando que un “hombre afroamericano le estaba amenazando a ella y a su perro y le estaba grabando”. El hombre, Christian Cooper, le estaba pidiendo a la mujer que le pusiera el collar a su perro porque estaba siendo agresivo con él. Ella fue despedida de su empleo por mentir a los policías y el perro fue llevado a un albergue. Adicional a estos dos casos, hay otros dos, ocurridos en menos de una semana. Pero, ¿qué hubiese pasado si no existieran todos esos vídeos? ¿A quién le hubiesen creído? ¿Cuántas personas habrán pasado por situaciones similares o peores que no fueron grabados y culpados injustamente?
Vía cuenta personal de Molusco en Instagram (@yosoyelmolusco)
A pesar de que existe en nuestra sociedad un marco jurídico internacional que prohíbe la discriminación por diversos motivos: raza, etnia, sexo, discapacidad, entre otros, y que protege a las víctimas, la discriminación por origen racial o étnico continúa estando presente en la actualidad, alrededor del mundo.
Diariamente, vemos situaciones discriminatorias en nuestro entorno de distintos tipos ya sea por su origen étnico o racial que afecta a muchas personas inmigrantes y grupos vulnerables. En ocasiones pueden experimentar más de un motivo a la vez conociéndose como “doble discriminación” o “discriminación múltiple”. Como, por ejemplo, una mujer negra de bajos recursos, esta puede experimentar discriminación múltiple por su género, raza y clase social.
Existen varios motivos por las que pueden experimentar discrimen:
1. En el ámbito laboral
Cuando colocan en las ofertas de empleo requisitos en los que claramente se muestra una preferencia por individuos que cumplan con ciertos criterios, excluyendo a otros, en cuanto a su sexo, edad, u origen con palabras como “abstenerse extranjeros” o en los que la persona tiene compañeros de trabajo que los llaman “negro” haciendo comentarios despectivos.
2. En el acceso a la vivienda y en el ámbito de la comunidad de vecinos
Cuando el dueño de alguna vivienda se niega a vender o alquilar, exige mayores requisitos, les dice que la vivienda se encuentra vendida o alquilada, o se ofrece a un precio exageradamente alto.
3. En el acceso a bienes y servicios
En España, un hombre entró a una tienda de ropa con la intención de comprarse unas camisas, se dirige al probador y al salir, el empleado le llama “negro” despectivamente y le exige que le muestre lo que lleva en su bolso, insinuando que había robado mercancía. Una vez revisa, comprueba que el hombre no había cometido ningún robo.
4. En el ámbito educativo y/o acceso a formación
Muchos jóvenes sufren de bullying en las escuelas, por parte de sus compañeros de clase, debido a su color de piel. También, pueden experimentar dificultades o trabas no justificadas para no ser aceptados en algún centro educativo.
5. En los medios de comunicación e internet
Se muestran imágenes negativas o estereotipadas en los que asocian minorías a delincuencia y criminalidad, contenidos ofensivos, comentarios racistas, prejuicios y rechazos a determinados colectivos, entre otros.
Creía que, como sociedad, habíamos evolucionado, aunque fuera un poco en cuanto a estos temas, pero la realidad es que no ha sido así. Es una realidad que aún sigue latente en nuestro diario vivir y que tenemos que detener de una vez y por todas. Educar en la infancia en cuanto al respeto a la diversidad es el primer paso para erradicar la discriminación racial. Tenemos que concienciar a la población sobre las dramáticas situaciones que enfrentan muchas personas simplemente por tener un color de piel distinto, ser mujer, ser extranjero, ser de distinta clase social. Dejemos de crear prejuicios sin sentido, de juzgar, de creernos superiores. Todos merecemos vivir en paz, en armonía, en tranquilidad de ir a cualquier lugar y no sentirte en peligro. Seamos empáticos, amemos la diversidad, por nuestro mundo, por un mundo mejor.